viernes, 23 de agosto de 2013

SEGUIREMOS TRABAJANDO POR LA EDUCACIÓN MUSICAL GRACIAS AL ROCK Y LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA


Hace tan sólo unos días recibimos una grata noticia, la mejor para el proyecto que, junto a mi buen amigo el Dr. Estévez Gualda (profesor de la Universidad de Córdoba y co-fundador de la banda ESTIRPE),  pusimos en marcha el curso pasado y que ya tuve la oportunidad de daros a conocer por este blog en una entrada anterior, y no es otra que la renovación de la edición del curso para el próximo año académico, todo un respaldo institucional que se une a la muy notable repercusión social y mediática que ha tenido en su primera experiencia.



En unos momentos tan delicados para la formación artística, en general, y expresión musical, en particular, como los que flanquean a la actual deriva en materia de legislación educativa, sacar a flote proyectos que aporten soluciones viables para mantener viva la enseñanza y formación global, tanto humana como instrumental para múltiples facetas en la vida, que supone el acercamiento y práctica de la música, resulta de suma importancia para una sociedad que se juega, en unos años, su presencia en eso que hemos venido a definir como primer mundo.


Los contenidos del curso se perfilarán, a su vez y respecto a la primera edición, hacia la potencición de la carga dedicada a las capacidades de aplicación transversal del Rock y su proyección en el mundo laboral e industrial.


Pero lo mejor de todo, muy en serio lo digo, es la posibilidad de volver a compartir momentos y conocer a gente tan impresionante como la que hemos tenido la enorme suerte de encontrarnos este año. Gente sana y entregada, creadora, motivadora, brillante y con talento. Gracias de todo corazón a todos los que habéis asistido este año (en vuestro honor la foto de cabecera, que si bien no están todos, sirve de homenaje) y, cómo no, a los medios y profesionales que con vuestra ayuda habéis hecho que este curso fuera un evento de calado en la ciudad de Córdoba (En especial al Diario Córdoba, a José Antonio Luque -Canal Sur- y Ramón Medina -Cadena Ser-).



Un abrazo a todos.

jueves, 22 de agosto de 2013

ÉXITO JUNTO A MEDICI MUSICAE



Antonio Ariza me llamó y me dijo, "Rubén, habrá concierto, nos vemos como hablamos ayer", y justo ahí comprendí que ante la determinación de gente tan capaz como él y otros muchos jóvenes talentos musicales de nuestra tierra, a pesar de los timoneles sin brújula y tempestades, Andalucía tiene un futuro musical prometedor. Y es que todo se puso en contra para que el concierto no se produjera, pero al final Mozart, junto a Beethoven y Mendelssohn sonaron vitales y sinceros en su estilo y expresión bajo batuta del ya maestro Ariza, y por mi parte, me entregué a una partitura plena de violinismo y ópera, rebosante de personajes y escenas, de colores, y sí, disfruté no sólo a costa de Mozart, sino de tanto magnífico músico que estaban trabajando duro para que en Jaén hubiera un proyecto orquestal serio y de calidad.

Gracias de corazón a Médici Musicae y al público que tan amablemente me dedicó aplausos y palabras a la salida y que, con su esfuerzo, hacen que la música clásica siga viva un poco más de tiempo. Mil abrazos a todos.


CON CAPRICHO ESPAÑOL Y J. S. BACH

Los meses de mayo y junio han sido uno de esos momentos en la vida donde el reto se entremezclaba con el deseo de consecución, donde los imponderables se entrelazaban con la satisfacción de estar inmerso en aquello que, si bien te aportaba un cierto grado de presión, te fascina y motiva, que te aporta energía tras la culminación de las metas, a veces fortuitas, pero que al final y al cabo, son las que se te habían planteado.

Esa semana empezó fuerte, con un recital del Dúo en el Conservatorio de Écija, dentro de su Semana Musical de Primavera, con obras de Schumann, Kreisler, Debussy, Ravel y Dvorák, entre nuestros habituales Albéniz o Falla. Un bello concierto que contó con un público muy joven y en el que disfrutamos mucho. Pero, al día siguiente, lejos de lo acostumbrado por mi, paladear la experiencia escuchando la grabación y preparar, de la crítica, el siguiente estirón, me zambullí de lleno en la dinámica de ensayos de la formación "Capricho Español", un proyecto ya consolidado en la ciudad de Córdoba dirigido por Alejandro Muñoz, profesor de la Orquesta de Córdoba, que aglutina a varias generaciones de estudiantes y egresados del Conservatorio Superior de Música de Córdoba y que, con ilusión y un formidable sentido de la disciplina y amor por la música, han creado un grupo que ofrece una altísimo nivel y que ya cuenta con un público cautivo que la sigue y aplaude en sus numerosas actuaciones.

El concierto sería ese mismo viernes y el marco, como acostumbra a decirse, era incomparable, del todo pertinente para la interpretación del concierto en La Mayor para violín y orquesta de cuerda del maestro de Eisenach, la Iglesia de la Compañía, y que a pesar de la notable competencia que suponía la final de la Copa del Rey, casi nada para nuestro contexto nacional, contó con no poco público. Muy de agradecer y una responsabilidad añadida ante la necesidad de devolver algo de la motivación que ofrecían los asistentes.

He de confesar que sentí unos nervios muy especiales toda esa semana, aquellos que he de reconocer hacía tiempo que no me asaltaban, y claro, se debían a las ganas y el deseo de no defraudar a mis alumnos y ex-alumnos miembros de la formación, a los que, además de apreciarles enormemente en lo personal, se llega a querer y respetar en lo profesional, y toda mi intención era poder sumar con la máxima calidad a mi alcance en lo que es un proyecto que están levantando con tanto esfuerzo.

El concierto llegó y al salir al estrado sentí un enorme río de energía que me subió de pies a cabeza, pleno de felicidad por ese momento, con unas de mis obras preferidas, rodeado de gente que vivía la música con pasión y con unas terribles ganas de disfrutar, y eso hice, y eso hizo la orquesta, y eso hizo el público con toda seguridad a tenor de su reacción final. Pronto publicaré, con permiso de la orquesta, algunos fragmentos de lo grabado, ya que me siento muy feliz con el resultado.


Mil gracias a Capricho Español, una semana inolvidable, un concierto emotivo para mi y, sencillamente, deseando volver a trabajar juntos. Un abrazo.