No se puede comprender el hecho musical de hoy en día sin bucear en las diferentes tendencias estilísticas que cuentan con legiones de seguidores, admiradores y profesionales. Por desgracia, desde el ámbito más academicista y clásico, no siempre se ha comprendido bien ello y se ha tendido a trazar ciertas líneas inflexibles que trataban de delimitar espacios diferenciados. Nunca ha sido ésta mi postura particular, ni tampoco la visión de nuestra formación, más bien la contraria, ya que conferimos una importancia vital a la experiencia en todos aquellos campos y estilos que son una realidad en nuestro contexto social y coetáneo. El aprendizaje que ello emana es inconmensurable, lleno de matices y sentido práctico del oficio musical, que nos enseña a valorar la esencia del diálogo músico-oyente y descarta ciertos procesos superfluos que almidonan la interpretación de quienes no han vivido estilos tan creativos y profundos como el Rock, el Flamenco, el Tango o el Jazz, ámbitos en los que nuestra formación musical ha buceado con profundo respeto y dedicación.
En esta filosofía, no me cabe más honor para que haber sido llamado por uno de los grupos españoles de mayor proyección y carrera más genuina, a la vez que exitosa y premiada, como es el caso de Medina Azahara. Mi devoción por el Rock es bien conocida, y se remonta a algunos años ya con las colaboraciones realizadas para el grupo Estirpe, con quienes me he sentido plenamente realizado tanto como músico arreglista como en la faceta de intérprete de violín. En esta ocasión, y en la línea de lo ya experimentado con Estirpe, mi emotividad para con este proyecto ha sido más profunda de lo meramente profesional, ya que alcanza a vincularse con quienes han sido la banda sonora de la vida de varias generaciones de españoles, que hemos crecido y descubierto nuestro camino escuchando sus temas.
Ante la llamada de Medina Azahara para colaborar como invitado en su DVD-CD 30 ANIVERSARIO, junto con otros artistas de primer plano y que se grabó en directo en un concierto vibrante en la sala The Box (Palacio de Vista-Alegre) de Madrid el pasado 20 de Noviembre, me sentí profundamente honrado por la confianza que depositaban en mi y, entusiastamente, participé de una noche que sin duda quedará en mi recuerdo y en el de todos los asistentes de por vida, donde la calidad musical, la conexión catártica con el público y la vivencia del más puro del Rock Andaluz me hizo disfrutar y experimentar la fuerza de la Música como vehículo de hermandad y transmisión de sensaciones.
Por añadidura, los dos temas que Medina Azahara me confiaron son de una expresividad muy especial; “Sólo y sin ti”, junto a mi buen amigo Manuel A. Mart, y “Siempre estarás en mi”. Sólo me queda dar las gracias a unos músicos que me han enseñado muchísimo, no sólo como profesionales, sino como grandes caballeros de la Música. GRACIAS.
